GUSTAVO FORERO, CUESTIONARIO: NOVELA HISTÓRICA & NOVELA NEGRA

Gustavo Forero, investigador y novelista colombiano, se encargó hace unos meses de la edición crítica de Xicotencatl que publicamos. Su otra línea de trabajo es la novela negra latinoamericana. Sobre estos temas nos habla a continuación, en el cuestionario que tuvo la gentileza de responder.

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¿Podrías mencionar algún libro u obra que te haya marcado como intelectual?
Teoría de la novela, del primer Georges Lukács, el romántico que aún no se había comprometido con el comunismo, marcó para mí un rumbo como crítico literario y también como escritor. En cuanto a lo primero, porque me permitió comprender el problema de la forma en la novela a partir de conceptos como totalidad y fragmentariedad, que gravitan aún en buena parte de mis propias investigaciones en torno a la literatura contemporánea. En lo que atañe a lo segundo, porque supuso para mí una invitación a plantearme la creación literaria como un problema de libertad: por una parte, como voluntad de trascender los discursos hegemónicos y, por otra, como modo de sugerir mundos alternativos que se escapen a las ideologías. Una frase como “producir forma es la más profunda confirmación que puede pensarse de la existencia de la disonancia” invita a plantearse estas cuestiones.

¿Cuál sería exactamente tu campo de estudio y cómo crees que éste se despliega en la actualidad?
Inicialmente mis investigaciones se desarrollaron en torno a la novela histórica, con el análisis de autores como Fernando del Paso, Abel Posse o Germán Espinosa (de ahí mi libro El mito del mestizaje en la novela histórica de Germán Espinosa). Luego emprendí el estudio de la novela negra en Colombia y América Latina, denominada por mí como novela de crímenes gracias a la clave sociológica de la anomia, es decir, de la ausencia de ley o de su degradación (de ahí los libros La anomia en la novela de crímenes en ColombiaCrimen y control social y Trece formas de entender la novela negra). A pesar de las diferencias que podrían advertirse entre un campo y otro, creo que esa dicotomía se resuelve cuando se piensa la novela como un hecho histórico, político y social que se puede abordar desde distintas perspectivas. El hecho mismo de que yo incursione en la creación (mi novela Desaparición da cuenta de esto) puede demostrar la relación entre la teoría y la práctica, entre la escritura y la crítica.

¿Podrías indicar líneas, vectores de fuerza, fracturas? ¿Qué libros o autores ocupan qué zonas? ¿Podrías precisar tu mapa mental del campo?
Lo que se ha considerado hasta ahora novela negra tiene numerosas aristas que me interesan: desde sus antecedentes en cierto romanticismo y en la novela gótica, pasando por el expresionismo alemán, el Far West y el Hard Boiled norteamericanos, hasta sus representaciones borgianas y la novela de Rodolfo Walsh o las novelas actuales que indagan en torno a los crímenes transnacionales, el narcotráfico, la violencia. Desde mi punto de vista de la anomia social, ha existido una evolución del género negro al punto que este pone en tela de juicio los grandes discursos en torno a la democracia, la razón ilustrada y la ley positiva. Desde novelas como Plata quemada, de Ricardo Piglia, y Asesinato: el doble crimen de los Flores Muñoz, de Vicente Leñero, hasta algunas más contemporáneas como El capítulo de Ferneli, de Hugo Chaparro, Cruz de olvido, de Carlos Cortés, Trabajos del Reino, de Yuri Herrera, o Insensatez, de Horacio Castellanos Moya, constituyen un campo narrativo de análisis que, mirado en perspectiva, responden a una voluntad demoledora de lo que se puede concebir como la racionalidad occidental que sirve de base para los sistemas democráticos contemporáneos.

Xicotencatl. Madrid / Frankfurt, 2012, Iberoamericana / Vervuert, 246 p., € 19.80 ISBN: 9788484896005

¿Podrías precisar cuál es la importancia del Xicotencatl y cuál es el rol de tu nueva edición?
Xicotencatl (1826) ha sido considerada la primera novela histórica escrita en lengua española. En ella se recrea el “paso” de Hernán Cortés por la república de Tlaxcala, lo que le permitiría después al conquistador español obtener el triunfo en México-Tenochtitlán, corazón del imperio azteca. Con personajes históricos como el propio Cortés, La Malinche, el héroe tlaxcalteca Xicotencatl y senadores como Maxiscatzin y Xicotencatl padre, esta novela insiste en sustentar la tesis de que la conquista española en América obedeció más a las divisiones internas de los indígenas que al ingenio de los invasores. Para ilustrar esto, el autor reconstruye los sucesos ocurridos en Tlaxcala, entre 1519 y 1521, y da su propio veredicto histórico.

Mi edición de Xicotencatl se basa en un facsímil de la primera -publicada por Guillermo Stavelly, en Filadelfia, en el año de 1826- cotejado con la versión de Antonio Castro Leal (1964) y con la de Luis Leal y Rodolfo J. Cortina (1995). A diferencia de esta última, que le adjudica la obra a Félix Varela, y a ediciones posteriores de la UNAM (2002) y Planeta DeAgostini (2004), que lo hacen a José María Heredia, se ha querido respetar el anonimato del autor, pues, desde mi punto de vista, no existe todavía una respuesta definitiva sobre su nombre.

Confirmar el anonimato del escritor en esta versión de 2012 implica devolverle a la novela algo que era consubstancial a su naturaleza: al momento de su publicación, determinar el nombre del autor no parecía tan importante como que un escritor hispanoamericano expresara una visión política respecto de conflictos contemporáneos con potencias coloniales en los cuales se encontraba inmerso. El propósito mismo de su obra de ofrecer una perspectiva de la identidad mexicana explicaría su voluntad de mantenerse en el anonimato, pues, como se señala en el Estudio Preliminar del texto, su deseo de mitificar el origen doctrinal de la nación corresponde efectivamente a su propia voluntad de anonimato. De tal modo, la novela, inspirada en el héroe tlaxcala del mismo nombre, plantea una lectura de la identidad mexicana y, en consecuencia, toda una propuesta respecto del origen del concepto de nación en América Latina.

¿Quiénes son tus interlocutores, tanto en el caso particular de esta edición como en el caso general de tu trabajo como investigador?
Confío en que esta obra llegue a especialistas en Historia, Lingüística o Literatura. No obstante, resulta atractiva en general para todos aquellos interesados en conocer una perspectiva inusitada de la Historia mexicana y, en general, hispanoamericana. En tal sentido, el Estudio Preliminar “El origen de la novela histórica en América Latina: Xicotencatl y la doctrina de la predestinación de la nación mexicana” analiza la visión distinta a la de los discursos católicos que le sirven de base y establece la relación entre la novela y la propuesta ideológica de considerar a México como nación elegida para guiar el destino del continente. Según mi tesis, subvirtiendo el modelo doctrinal de la teoría del destino manifiesto de los Estados Unidos, el autor anónimo sugiere la teoría del destino manifiesto de México con las implicaciones históricas que tal cambio de paradigma suponen para el futuro nacional y continental.

¿Participas de alguna plataforma institucional para dar a conocer tu trabajo y conocer el de tus colegas? ¿Consideras que esto potencia o limita tu creatividad?
No participo en ninguna plataforma. Sin embargo, considero este camino un medio idóneo para difundir los resultados de investigaciones como la de esta nueva edición de Xicotencatl. Creo que próximamente lo haré.

¿Tienes un blog? ¿Nos recomiendas alguno?
Me encantaría tener uno propio, pero por cuestiones de trabajo ése es un proyecto que aún no concreto. No obstante, soy el responsable del Blog del Congreso Internacional de Literatura Medellín Negro en el cual difundimos nuestras publicaciones relativas a la novela de crímenes.
Dentro de mis blogs recomendados están el blog del escritor colombiano Pablo Montoya, mi colega en la Universidad de Antioquia; y Moleskine Literario, un blog siempre actualizado sobre noticias literarias escrito por el peruano Iván Thays.

Fecha: febrero 26, 2013Autor/a: José Ignacio Padilla

https://blog.ibero-americana.net/2013/02/26/gustavo-forero-cuestionario-novela-historica-novela-negra/

Sobre "Áspero cielo", de Fernando López

“Pienso en los huesos triturados y esparcidos en las salinas por los asesinos de nuestros compañeros, para borrarlos del mundo y la historia” (196-197), dice Matilde, uno de los personajes de Áspero cielo, la novela de Fernando López que realiza un paralelo entre 1970 y el año 2000 en Argentina: entre la clandestinidad de los combatientes del Hombre Nuevo” (35) y un “tipo de militancia” (197) distinto: el de la reconstrucción de una memoria histórica y la investigación de desapariciones forzadas. La novela cuenta la historia de un Juez “en reposo” luego del estallido de su corazón (11), quien, por distintas circunstancias, realiza la comparación. El paralelo se vincula con un asesinato y una saga que pone en tela de juicio la realidad de una justicia que no alcanza para todos y que fue “el sostén principal de las dictaduras que tuvimos” (232) .

“¿Cuál es el balance de la experiencia revolucionaria?…

--No sé si ha quedado algo –dice El Negro, después de reflexionar –¿Qué conseguimos? La izquierda estalló en pedazos, la derecha siguió adelante con su plan económico. Que no era de los milicos, era de los grandes capitales. Me parece que hicimos ruido al pedo –dice—. ¿Valió la pena jugarse por el Hombre Nuevo? Uno mira a los hijos y es como si se hubiera cortado la cadena de frío.”

Fernando López (Córdoba, Argentina, 1948). Áspero cielo. El Emporio Ediciones, 2007, p. 52.

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